Yo aquí vuelvo

Amas y odias a la India de igual forma y, paradójicamente, por los mismos motivos, al contrario o viceversa. ¿#&¬@? ¡Exacto! Amo a la India porque puedo gritar o cantar por la calle en voz alta sin que nadie se sorprenda; porque puedo empujar sin que nadie se enfade; porque donde caben 3, caben 6, y puedo conseguir un sitio en el metro o el bus donde no lo hay, tan sólo apartando a la gente, sin quejas al respecto. Porque cuando estoy en el cine interactúo con la película y puedo aplaudir, silbar o hablar por el móvil sin que nadie me haga el gesto de silencio. Y hay un cine que se llama Picadelhi. Porque los hombres van cogidos de la mano. Porque puedo preguntar lo que quiera a quien quiera y obtener respuesta, más o menos válida, más o menos mística, pero palabras al fin y al cabo. Porque soy objeto de deseo y la gente, a su vez, me pregunta (incluso demasiado, por eso también la odio). Porque siempre hay tiempo para hablar…

Amo la India porque los animales campan a sus anchas. Porque no hay contra dirección ni ceda el paso. Porque los cláxones de los autobuses y camiones son musicales y únicos. Porque siempre llevan escrito el “Horn, please” junto a una matrícula pintada al óleo. Porque ¿quién dijo que los 5 miembros de una familia no pueden viajar juntos en la misma moto? Y las mujeres se sientan de lado para evitar posturas obscenas (el sari tampoco permite otra opción). Porque sacarse un moco es un acto público. Y eruptar. Porque puedo sorber la sopa y toser sin taparme la boca; porque puedo escupir por la calle o por la ventana del tren, aunque salpique al de al lado. Porque la gente utiliza tus chanclas para ir al lavabo mientras duermes. Y luego te las devuelve.

Porque la fruta se compra con pesas de cuarto de kilo en una balanza oxidada y hay una especie para cada día del año. Porque regatear es un deber nacional. Porque la conexión a Internet expande tu paciencia hasta límites insospechados. Porque los niños no lloran. Porque las puertas están abiertas y la gente de mi barrio tiende la ropa en la calle. Y por la tarde saca la cama a la acera para chafardear. Porque puedes construir un altar en el comedor de tu casa o colgarlo del retrovisor del rickshaw. Porque si vas al templo, te dan una banana. Porque todos los días hay bodas, siempre estoy invitada (una occidental sube la categoría de la celebración) y los novios visten de colores llamativos, brillantes, fosforitos. Porque el luto es de color blanco. Porque la música es de aquí y se escucha a todo volumen. Porque puedes bailar con el dependiente de la librería si a los dos os gusta la canción punjabi de moda que suena por la radio. Porque en la discoteca todos somos bailarines de Bollywood

Porque se come y se duerme sin horarios. Porque aquí el tiempo no se mide con un reloj. Porque no se puede predecir nada y cada día es una sorpresa. ¡Larga vida a la anarquía funcional! Porque entender es un verbo complicado. Porque hay 18 lenguas oficiales (inglés no incluido) y mi nombre significa ‘todo’ en hindi. Porque “everything is possible, madam”. Porque one billion people cannot be wrong. Porque se llama India y está muy lejos y es muy diferente. También la odio, pero ya he dicho porqué. ¿Se me entiende? Que aquí vuelvo, ¡vamos! Chak de India!! Namasté!

Comentarios

tamat ha dicho que…
Tu mejor post, :)
(^o^) ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
(^o^) ha dicho que…
Hermana!
Ya regresarás, ya.

Ahora toca volver a casa
que aquí te esperamos tod@s
con los brazos "abridos"!

Me ha encantado seguir tu
aventura india tan de cerca.

¡Mil gracias!

Pese a lo mucho que me ha gustado
leerte, siento confesar que
todavía sigo siendo un "urbanícola"
empedernido y me temo que no podría
adaptarme tan bien a la India como lo has "hacido" tú.

Ya te contaré en febrero... cuando visite Chennai... que Dios/Alá/El Gran Gurú/lo-que-sea me "potreja"! jaja

Me reitero en lo que te he "decido" un par de veces:
Sarita, ¡eres una todo-terreno!

Tu hermano que te quiere y está ¡super-orgullosísimo de ti!

JPinto

PD: Habrá nuevo blog en cangurolandia?....
Ana Vega ha dicho que…
¿Es esta tu despedida de la India? Si es así, es la despedida más bonita de todas las que he "visto" en mi vida, si es que alguna despedida puede llamarse bonita. Nos vemos pronto, un abrazo.
Lazarillo en América ha dicho que…
¡Namasté! Eso lo aprendí en un DVD de Yoga que me pedí de netflix.com En fin... así somos en estos lares "sofisticados y modernísimos" del mundo. ¿Aún andas por la India? Benarés es una de las ciudades que quiero visitar; otra es Samarcanda... tiempo al tiempo. ¡Me encantó encontrarte en el ciberespacio!

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