Mate


Lo que más me gusta de Melbourne es su gente. Hay de todo tipo y, como dice mi jefe, aquí te puedes permitir el lujo de hacer el ridículo porque todo está permitido. Supongo que no es extraño en una ciudad de más 3.5 millones de personas que, además, está considerada como la capital australiana de la cultura, la moda y el deporte. Sin ir más lejos, mi barrio (Carlton - Fitzroy) es el del “artisteo” y la bohemia.

En una calle del centro hay una tabla de damas pintada en el suelo. Por las tardes, sacan un reloj-cronómetro y unas piezas de ajedrez gigantes. La gente hace cola para jugar y se agolpa alrededor para animar la partida. Es como la petanca de allá, pero con audiencia.

Como el tiempo varía constantemente, el presentador de las noticias a veces se sube a un tío vivo como metáfora mientras explica que las temperaturas variarán de 28 grados durante el día a 10 nocturnos. Si llueve, acabará con un “and we will be wet”...

En un territorio de la Commonwealth no podía faltar el speaker’s corner, improvisado a diario delante de la State Library, donde además se aprovecha para tomar el sol en el césped. Allá puede ir cualquiera con un micro y un taburete para decir lo que quiera. Lo normal es comentar algo sobre los aborígenes, la reina o el PM, Kevin Rudd.

De momento, la gente con la que he tenido contacto me ha abierto sus puertas y la de sus amigos y familia (como Matthew, Sarah, Cath, Julian, Kate, Bernie o Norbert, por no volver a mencionar a mi jefe). Me consideran su “mate” y, como dice la canción, and I think I like it…

Comentarios

(^o^) ha dicho que…
Sistercilla!

M'enkanta leer que stás tan bien!

Ke raro?
tú en el barrio bohemio?

jajaja

(^o^)

Pues si tu think ke lo likes it,
then yo estoy very happy for tí.

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